domingo, 13 de abril de 2014

Amaryllis

¿Conocéis una flor llamada Amaryllis? Se caracteriza por ser de un rojo muy vivo y presentar una forma similar a una estrella, bastante impresionante a la vista. Se la suele asociar con la belleza y el orgullo.
Pues bien, hay una leyenda griega que da origen a esta preciosa flor. Según se cuenta, Amaryllis era el nombre de una ninfa caracterizada por su timidez. Un día, cayó enamorada de Alteo, un joven pastor, que poseía la fuerza de Hércules y la belleza de Apolo. Sin embargo, Alteo ignoraba los cortejos de la ninfa, ya que él era un hombre apasionado por las flores. Las conocía todas y cada una, y juró que su corazón sería de aquella mujer que le trajese una flor que no hubiese visto nunca. Desolada, Amaryllis buscó desesperadamente, pero no encontró ninguna flor que Alteo no conociese.

Cansada de buscar, Amaryllis decidió dirigirse al oráculo de Delfos, con la esperanza de que éste le revelase el paradero de una flor lo suficientemente exótica como para cautivar al hombre que amaba, y se comprometió a dar por ello lo que fuese necesario. El oráculo aceptó su ofrenda, y la ninfa, siguiendo sus consejos, se vistió con un elegante traje blanco símbolo de la pureza de las doncellas, y esperó durante treinta noches a la puerta de la casa de Alteo.
Con cada noche que transcurría sin que el pastor se apercibiese de su presencia, el corazón de Amaryllis era atravesado por una flecha de oro. Al llegar la treinteava noche de espera, cuando Alteo salía de su casa, encontró el cadáver de Amaryllis, que no había podido resistir el dolor que le provocaban las flechas en su corazón. Sin embargo, pese a que la ninfa entregó su vida, el oráculo cumplió su palabra, pues en el charco de sangre que se había formado a los pies de Amaryllis, crecía la preciosa flor que hoy conocemos por su mismo nombre. 

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